Consumismo navideño

Una de las cosas buenas de esta crisis económica es que hemos aprendido a comprar mejor. El consumidor, practica una forma más inteligente de consumo, y una de ellas es no pagar la marca, es decir, buscar ropa de marca a precios rebajados u otras alternativas de moda original y con estilo, sin pagar la marca.

Con la crisis se ha reducido drásticamente el consumismo navideño, y eso es una buena noticia. El problema es que ha llegado prácticamente al otro extremo, y los extremismos no son buenos.

Lo ideal sería un termino medio, un consumo moderado e inteligente que no reduzca la oferta y perjudique a los más débiles. Una reducción de la oferta que ha convertido nuestras ciudades en auténticos “clones comerciales” con las mismas tiendas, en su mayoría franquicias, copando las principales calles. Y sin capacidad de elegir se pierde la capacidad de diferenciarse y, sobre todo, de emocionar.


Fuente: elaboración propia